Análisis Mario & Luigi: Conexión Fraternal - Lazos irrompibles

La duración de Mario y Luigi: Conexión Fraternal es una de sus fortalezas, y terminar la aventura de los dos hermanos nos tendrá rondando las 40 horas en nuestra primera partida. Eso sí, si queremos exprimir a fondo las misiones secundarias (algunas, solo disponibles de forma temporal) es fácil superar las 50, y podemos llegar incluso a las 55 si queremos completar el 100% del juego, incluyendo los mayores desafíos, todos los minijuegos y los jefes especiales. Todo un RPG, con mayúsculas...

Por supuesto, mantener una intensidad en una aventura de este calibre es prácticamente imposible, por lo que hay algunos altibajos en el desarrollo, momentos más lentos y algunos tutoriales un tanto largos e innecesarios; también es cierto que el juego tarda un poco en arrancar, y hasta que no despliega el potencial del sistema de clavijas no se disfruta del todo. Pero incluso con esos dos handicaps la aventura nos ha enganchado de principio a fin, siendo una de las mejores entregas de la franquicia.

A nivel jugable, Mario y Luigi: Conexión Fraternal recupera la fórmula de los Mario y Luigi clásicos, con un enfoque de tipo rolero, pero dividiendo la acción entre exploración y combates. Así, vamos a tener experiencia, puntos de vida, de ataque, equipo para mejorar a los hermanos, items para darle la vuelta a un combate perdido... Pero además, se premia la habilidad, intuición y reflejos, ya que los combates por turnos están enriquecidos con mecánicas de esquive o ataque potenciado pulsando un botón en un momento justo. De esta forma podremos combinar los ataques de los hermanos para causar un daño masivo o conseguir que los rivales no nos dañen (y una gran sensación de recompensa).

Hay que destacar el esfuerzo de Nintendo por refrescar la fórmula, y esto llega con nuevos movimientos (como el fuego-hielo para los hermanos, el ovni volador, la morfoesfera...), que sirven tanto en la exploración como en el combate. Igualmente interesantes son las clavijas, que nos permiten distintos efectos en los combates, desde terminar todos nuestros ataques con una bola de pinchos cayendo sobre los enemigos a aumentar el área de daño y atacar a varios personajes a la vez; es un elemento muy interesante que suma estrategia y nos permite experimentar con distintas opciones, y aunque tarda algunas horas en sacársele todo su potencial, una vez lo renemos lo disfrutaremos al máximo.

Mario y Luigi: Conexión Fraternal supone una vuelta a la impresionante franquicia creada por AlphaDream y Nintendo tras la desaparición de los primeros. La idea era crear un estilo de RPG por turnos pero más activo y perfectamente adaptado al mundo de Mario, con sus objetos y mecánicas más características, y de nuevo se ha hecho de lujo; tenemos un mundo inédito, colorido y lleno de magia, a los principales personajes de la saga, los objetos más característicos... Sin embargo, la historia tiene personalidad y encanto por sí misma, los nuevos personajes son muy divertidos y el concepto intrigante (como mínimo).

Es cierto que no se revoluciona en manera alguna la fórmula, ni el gameplay, pero es que el juego tampoco lo pretende. Seguimos teniendo los combates por turnos enriquecidos con movimientos concretos, habilidades combinadas para explorar el mapa (o causar un daño masivo a los enemigos), los simpáticos jefes... Se agradece, eso sí, la inclusión de las ideas de Luigi como una nueva mecánica para superar diferentes situaciones, especialmente dichos jefes (y, de paso, arrancarnos alguna sorpresa). Así, el título se convierte por derecho propio en la sexta entrega de la franquicia.

A nivel visual, Mario y Luigi: Conexión Fraternal es uno de los juegos más bonitos que hemos visto en el catálogo de Switch en 2024, tal y como suena. Un precioso y colorido cel shading da nueva vida a Mario, Luigi, Peach y un montón de personajes y rincones inolvidables. El título tiene muchísimo estilo y una grandísima dirección artística, juega a la perfección con las cámaras y nos presenta divertidísimas secuencias animadas que bien podrían estar en una serie sobre ambos hermanos... Es cierto, eso sí, que hay algún punto concreto en el que se resiente el motor, pero se trata de momentos puntuales y no afectan al gameplay (durante los combates, jefes incluidos, se controla a las mil maravillas).

La banda sonora también alcanza un altísimo nivel, con divertidas composiciones que no vamos a parar de tararear (especialmente, las de los combates), siendo la música protagonista en algunos minijuegos, y ambientando a las mil maravillas cada situación diferente, desde la exploración a los duelos más emocionantes. Además, nos llega perfectamente traducido al castellano, con una localización made in Nintendo que incluso le suma enteros al original.