Con una mecánica a caballo entre los turnos y el tiempo real,
Grand Kingdom nos propone decenas de batallas en los que iremos moviendo a nuestras unidades una a una, haciendo uso de sus habilidades de combate (o apoyo) para acabar con sus enemigos. Un punto sobresaliente es que cada tipo de personaje
tiene ataques únicos asignados a los botones principales, y es nuestra responsabilidad saber cuáles serán más útiles en cada situación. Algunos ataques incluyen además
minijuegos de ritmo o precisión para maximizar el daño, y ayudan a hacer la experiencia más intensa e interesante.
Al avanzar en la aventura aparecen más elementos de estrategia, como la posibilidad de ir mejorando nuestras tropas con mejor armamento, o de tomar más decisiones para reforzar sus posiciones en batalla, añadiendo elementos como
torres de asalto o fortificaciones. Esto ayuda a que cada desafío sea único e impactante para el jugador, y que la acción no decaiga en ningún momento.