Análisis Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp - Revive en Switch la mejor estrategia de GBA

Con una duración base que está entre las 40 y 50 horas (15-20 del primer Advance Wars, más otras 25-30 para la secuela), Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp tiene un montón de horas y un enorme abanico de misiones para poner a prueba nuestra habilidades tácticas. Eso sí, a pesar de contar con dos niveles de dificultad, no hablamos de un juego fácil ni que perdone los errores, por lo que vamos a acabar repitiendo algunas fases mientras nos familiarizamos con las habilidades de cada comandante, más algunos truquitos que esconden los mapas avanzados.

Por si fuera poco, vamos a tener recompensas especiales por nuestra actuación en cada fase, con puntos y una tienda en la que invertir para desbloquear mapas del modo versus, temas y otros contenidos, un extra interesante que realmente valora que nos esforcemos con nuestras estrategias, intentemos terminar en el menor número de turnos posible o no tengamos más bajas de las necesarias. Y para añadir más horas, las batallas contra otros jugadores, locales u online ofrecen muchísimas opciones y son una prueba de habilidades tácticas.

En el apartado jugable Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp es una apuesta por la estrategia de cuadrícula, pero a diferencia de lo visto en Fire Emblem, donde todo se centra en la gestión y movimiento de las unidades, aquí también tenemos que aprovechar nuestros recursos para crear nuevas unidades - tanques, lanzacohetes, helicópteros, infantería... - y conquistar bases para tener más ingresos en cada turno. Estudiar las características del terreno, ser los primeros en atacar (ya que así el enemigo contraatacará ya debilitado) y saber qué debilidades y fortalezas tiene cada unidad será clave para la victoria.

Después de un completo tutorial incluido en el modo historia llega el momento de empezar nuestras misiones en solitario, y tendremos que estar además muy pendientes de las habilidades de los Comandantes, que tras cargarse durante las batallas, nos darán enormes ventajas (reparación de unidades, más daño al enemigo, más movilidad...), pero ¡ojo!, también tendremos que conocer las del enemigo, que puede destrozarnos en un solo turno si no estamos preparados. Inicialmente tendremos 2 dificultades accesibles, aunque incluso en la más baja los enemigos nos van a dar mucha guerra...

Como recopilatorio, Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp cumple lo que promete e incluso va un pasito más allá añadiendo extras interesantes para enriquecer la experiencia. Más allá del opening animado y el lavado de cara de los juegos originales pasando del pixel art a unas sólidas 3D (y un escueto menú con la recomendación de que el segundo no lo empecemos hasta que terminemos el primero) vamos a encontrar una evaluación por puntos que desbloquea nuevos mapas, ropas alternativas, melodías... Un detalle que, si bien no es revolucionario, los fans apreciarán.

El otro gran extra viene con el modo multijugador, que nos permite ponernos a prueba con otros jugadores y ver qué tal funcionan nuestras estrategias contra rivales inteligentes; se ha dado soporte tanto al modo versus local como online, un añadido que dispara las horas y posibilidades del título. Es, sin duda, la mejor forma de disfrutar a día de hoy de Advance Wars (2001) y Advance Wars 2: Black Hole Rising (2003).

A nivel visual, Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp nos llega con un importante lavado de cara para compensar los más de 20 años del original de Gameboy. En Wayfoward se han puesto manos a la obra para recrear todas las unidades en 3D, revitalizar los mapas y mantener - incluso enriqueciendo - el fantástico arte de los originales, con estupendos diseños e ilustraciones animadas para los comandantes, e incluso una intro para presentar a nuestros protagonistas. El resultado final, sin ser especialmente espectacular o forzar el hardware de Switch, cumple con nota y revitaliza los mapas y batallas originales sin problemas de ningún tipo, siendo muy vistoso tanto en formato portátil como en sobremesa. Donde brilla más el trabajo es en el soporte para el jugador, con un sólido online para enriquecer la fórmula jugable, un detalle muy de agradecer (y que en nuestra experiencia de juego ha ido muy bien).

La banda sonora también cobra nueva vida gracias al talento de Maddie Lim, Michaela Nachtigall y Tommy Pedrini, que han trabajado sobre los temas del original y le han dado nueva vida, con melodías perfectas para las largas batallas que nos esperan, y estupendos FX para saber qué está pasando en cada momento. Por supuesto, el juego nos llega con textos en castellano, e incluso se han doblado algunos diálogos y frases típicas de los comandantes para multiplicar la inmersión.