Dying Light: The Beast es la nueva entrega de la saga de juegos de zombi y parkour de Techland Dying Light, tras abandonar su anteriores proyectos de los que no tenían el uso de las licencias y haber hecho los dos primeros juegos de la misma (Dead Island). Esta es una nueva entrega completamente original, aunque inicialmente se comenzó a desarrollar como un DLC para Dying Light 2, por lo que guarda muchas similitudes. Aún así, las mecánicas de Dying Light: The Beast presentan varias diferencias clave respecto a Dying Light 2, aunque ambas comparten la base de parkour, combate cuerpo a cuerpo y exploración en un mundo abierto. Aquí están las principales comparaciones:
Transformación en Bestia: La mayor novedad de
Dying Light: The Beast es la posibilidad de alternar entre la forma humana y la forma bestial de Kyle Crane. En su forma bestial, Crane obtiene habilidades sobrehumanas, como ataques devastadores y una resistencia mejorada, lo que cambia radicalmente la forma de enfrentarse a los enemigos. En
Dying Light 2, el protagonista Aiden Caldwell también tiene habilidades mejoradas debido a su infección, pero no llega a transformarse en una criatura con poderes sobrenaturales.
Enfoque en el Terror: Mientras que
Dying Light 2 se inclinó más hacia la acción y la narrativa con decisiones que afectan el mundo,
The Beast regresa a las raíces del terror de supervivencia. La ambientación en
Castor Woods es más opresiva, con una atmósfera que recuerda al primer
Dying Light, especialmente en las secciones nocturnas. En
Dying Light 2, la ciudad de Villedor tenía un tono más urbano y centrado en la exploración de facciones humanas.
Vehículos Todoterreno:
Dying Light: The Beast introduce vehículos todoterreno, lo que permite una nueva forma de desplazamiento y combate. En
Dying Light 2, la movilidad se basaba exclusivamente en el parkour y el uso de tirolinas, mientras que en
The Beast, los jugadores podrán conducir y modificar vehículos para adaptarlos a diferentes situaciones. Esto recuerda a la expansión
The Following de
Dying Light, donde los buggies eran una parte esencial del gameplay.
Menos Humanos, Más Zombis: En
Dying Light 2, los enfrentamientos con facciones humanas eran una parte importante del juego. En
The Beast, la presencia de humanos es menor, y el enfoque está en la lucha contra hordas de zombis y criaturas mutadas, lo que refuerza el tono de supervivencia. Esto significa que los jugadores tendrán menos interacciones políticas y más enfrentamientos brutales con los infectados.
Modo Cooperativo: Ambos juegos cuentan con modo cooperativo, pero
Dying Light 2 permite hasta cuatro jugadores en una experiencia más centrada en la narrativa y la toma de decisiones. En
The Beast, el cooperativo se enfoca en la supervivencia y el combate, con un mundo más hostil y menos opciones de interacción con facciones. Esto hace que la experiencia multijugador sea más intensa y centrada en la acción.
Ciclo Día/Noche Mejorado: Aunque
Dying Light 2 tenía un ciclo de día y noche, en
The Beast se ha mejorado para que la noche sea aún más peligrosa, con enemigos más agresivos y una mayor sensación de vulnerabilidad. Esto recuerda al primer
Dying Light, donde la noche era un momento de verdadero terror. En
Dying Light 2, los infectados eran más activos por la noche, pero los jugadores podían usar inhibidores para reducir los efectos de la infección, lo que daba más control sobre la experiencia nocturna.
En resumen,
Dying Light: The Beast se diferencia de
Dying Light 2 al ofrecer una experiencia más centrada en el terror, con mecánicas de transformación, un mundo más hostil y menos interacción con facciones humanas. Es un regreso a la esencia del primer
Dying Light, pero con innovaciones que lo hacen único.