Ambientado en el “lejano” oeste, aunque de una forma un tanto peculiar, nuestro protagonista, Jericho Cross deberá librar una batalla contra hordas de vampiros y criaturas diabólicas tras ser convertido en uno de ellos al ser mordido por su jefe.
El juego se desarrollará casi todo el tiempo en una perspectiva en primera persona, aunque en ciertas fases, las perspectiva cambiará a una en tercera persona, viendo a Jericho desde “fuera”. Estas fases serán mucho más similares a juegos tipo Time Crisis o Virtua Cop, ya que nos “limitaremos” a ir apuntando mediante una mirilla a nuestros enemigos por unos escenarios en movimiento, montados a lomos de nuestro caballo.
A medida que el juego transcurre, nuestro personaje irá evolucionando sus propios poderes vampíricos. Para ello, deberemos ir absorbiendo las almas de aquellos enemigos caídos y, de esta forma, ir mejorando en nuestras habilidades, como la habilidad de salto, resistencia, fuerza, etc.
Como novedad en este tipo de géneros (al menos es lo que el propio equipo de desarrollo asegura), el desarrollo del juego no será nada lineal. La historia sucederá por unas pautas marcadas, aunque nuestro entorno y formas de llevar a cabo las acciones no estarán establecidos, de forma que podremos decidir en cada momento como queremos actuar. La mayoría de los FPS son mucho más lineales en este sentido, con un objetivo a cumplir y un camino por recorrer.
Darkwatch: Curse of the West tiene prevista su salida en Estados Unidos para finales de año, en los formatos PlayStation 2 y Xbox. De momento no se sabe nada de su posible salida en España. Os dejamos con las imágenes del mismo.
